En una entrevista con El Intransigente, el diputado nacional y exministro de Desarrollo Social bonaerense reconoció sus deseos de ocupar el cargo de gobernador en la Provincia.
A nivel nacional, las PASO se llevarán a cabo en agosto, mientras que los comicios generales serán durante el mes de octubre. De hecho, ya hay un tercio de los distritos que oficializaron el adelantamiento de las elecciones locales. En ese contexto, en diálogo con El Intransigente, el diputado nacional y exministro de Desarrollo Social bonaerense, Daniel Arroyo, admitió que tiene decidido ser candidato a gobernador dentro de la unidad de la oposición.
De este modo, Arroyo dijo que quiere suceder a María Eugenia Vidal en la administración bonaerense y mencionó la necesidad de competir electoralmente desde una “gran unidad opositora que incluya al conjunto del peronismo, más otros sectores críticos del gobierno (de Cambiemos) más los sociales, tiene que salir un programa en común. De hecho, manifestó que es casi seguro que haya otros dos candidatos a presidente, más otros candidatos a gobernador.
Asimismo, sostuvo que su deseo pasa por plantear “teorías concretas” de una provincia que a su parecer “está muy complicada”, teniendo en cuenta el recorrido realizado durante su carrera política y aseguró tener “buenas ideas”. Cuando habló acerca de los grandes problemas que sufre Buenos Aires, mencionó tres cuestiones: “El primero es la caída del sistema educativo. Ha empeorado claramente, uno va a una escuela y ve que hay un vidrio roto, y vuelve a los 6 meses y ve que está ese vidrio roto y dos más. Hay una caída en el sistema educativo, en infraestructura.. La gobernadora Vidal ha ido contra los docentes y contra los directores que son los únicos que están en pie en la provincia”.
“Lo primero que hay que hacer es dar vuelta la escuela secundaria, salir del modelo de 14 materias (enciclopedista) e ir a un modelo más flexible, con vínculo entre la escuela y el trabajo, con un esquema que se llamaría sistema duela para que los últimos dos años los chicos, además, de estar en la escuela puedan hacer pasantía”, sugirió al respecto.
Otro problema serio que también tomó en cuenta fue el de la salud, que a su parecer “ha empeorado”. Para Arroyo, este sistema “tiene que fortalecer los más de 2.200 centros de atención primaria”. “Hoy como no hay médicos, no hay enfermeros, no hay insumos, la gente saltea lo que es la atención primaria y va directo al hospital, al que se le cae la prepaga va directo al hospital, el que se quedó sin obra social va al hospital, tenemos que rearmar todo el sistema de atención primaria de salud que es calve, y creo que es el programa más grave que hoy tiene la provincia”, añadió.
Por último, al referirse a la tercera problemática que aqueja a los bonaerenses mencionó la lucha contra el narcotráfico y cuestionó que cada vez hay más venta de drogas en los barrios. En ese sentido, dijo que “hay un desafío clave, que es armar una unidad especial por fuera de la Policía para cortar la venta” de estupefacientes e insistió en la idea de que haya una “fuerza especial para cortar la venta”.
Por lo tanto, la educación, el sistema de salud y cortar la venta de droga en los barrios son los puntos claves que tiene que encarar el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires para Daniel Arroyo. Por otro lado, respecto a su postura ante el posible desdoblamiento de las elecciones el legislador consideró que el sistema electoral está mostrando que tiene “debilidad”.
“El ABC de un gobierno es que, cuando modifica el sistema electoral en el fono lo que está tratando es de detener las reglas porque no puede sostenerse, porque no lo va bien”, opinó. Al margen de eso, “si se llegan a desdoblar sería un buen momento para discutir estos temas, sería un bueno momento para discutir qué pasa con las escuelas, qué pasa con la salud, qué pasa con las ventas de drogas”, añadió.
“Más allá de la mayor sensibilidad que tiene la gobernadora (Vidal) en relación al gobierno nacional, la gestión es muy mala. Hay un empeoramiento fuerte de todos los servicios en la provincia y de las condiciones mínimas en el conurbano. Se está desacomodando mal la cosa, creo que lo que está haciendo el gobierno es tratar de alterar las reglas, si llegara a suceder lo tomaría como una oportunidad del desdoblamiento para discutir qué está pasando en concreto y cómo vivimos los bonaerenses”, cuestionó.
Por otra parte, al opinar del proyecto que busca bajar la edad de imputabilidad, Arroyo evaluó que la iniciativa del oficialismo “es un gran error”. Sin embargo, destacó que “la Argentina necesita un régimen penal juvenil y un sistema para atender a los adolescentes que comenten delitos, un sistema que tenga jueces especializados, defensores especializados, abogados, pero ese sistema está pensado para garantizar los derechos, además, nuestro país necesita un sistema en donde dar oportunidades a los jóvenes”.
“Tenemos un millón y medio de jóvenes que no trabajan, la mitad de los chicos no termina la escuela secundaria, casi el 24% de desocupación está en los jóvenes”, advirtió. “Arrancar por la baja de imputabilidad es simplemente una cosa marketinera, el gobierno entiende que con la falta de resultados económicos va a apuntar la grieta en materia de seguridad y en función de eso, arranca un día diciendo (Patricia) Bullrich que lo que dicen las fuerzas de seguridad tienen criterio de verdad, otro día dice que tirar por la espalda o cualquier lado, es lo mismo, otro día quiere la baja de imputabilidad, lo que yo veo que están haciendo es un marketing irresponsable de mano dura”, criticó.
En esa misma línea, consideró que se debe discutir un sistema penal juvenil serio “arrancando por el tema de los recursos, todo lo que tiene que ver con jóvenes con institutos con mecanismo de contención”, algo que fue recortándose, incluso en el presupuesto de este año. De este modo, Arroyo sugirió nuevamente “rearmar el modelo de los institutos de menores” y detalló que en la provincia en una penitenciaría donde “debería haber 100 jóvenes hay 250”, donde “están todos acinados y en las peores condiciones”.
Habló sobre el “derecho al primer empleo” para los jóvenes sugirió al respecto, donde las empresas tengan una reducción impositiva, algo que según su criterio no es lo que está planteando el macrismo, más bien lo que está haciendo “es bajar la edad como una cuestión marketinera para dar la idea de mano dura”, acusó.
De hecho, Arroyo sostuvo que ese marketing del que habla respecto a la imputabilidad de menores tiene que ver con las elecciones que se acercan: “Está claro que el gobierno como no va poder discutir logros económicos en la campaña, y eso es evidente en el marco de un contexto regional con (Jair) Bolsonaro en Brasil y con otros países de la región, es claro que hay una demanda de mano dura, y seguramente leyendo encuestas, por ese lado el gobierno va a buscar la grieta”.
Actitud que, según dijo en declaraciones a este medio, “es irresponsable, porque no es lo que hay que hacer en la Argentina y por cómo lo ve alguien que está en un barrio”. “Cuando alguien gobierna, más allá de los títulos fáciles o de querer manejar la agenda, tiene una responsabilidad colectiva. Tiene que hacer algo que sierva al conjunto y no a tirar a cualquiera para ir para adelante”, agregó.
Lo de la baja de imputabilidad, “es puro marketing electoral que, sin dudas, va a tener una opinión favorable en una parte la opinión pública, pero es una irresponsabilidad grande decir cualquier cosa y que eso en los barrios termine siendo un problema cada vez más grave”, remarcó. Por último, Arroyo apuntó directo contra Bullrich por el uso de armas de fuego en las fuerzas: “En el marco de la campaña, también, la ministra planteó el problema de protocolo de seguridad, que es darle mayor capacidad a las fuerzas de seguridad para que avancen”.
“La Policía Bonaerense se forma en 9 meses, si un carpintero no se forma en 9 meses no podría formarse un policía”, cuestionó Arroyo y dijo estar totalmente en desacuerdo con el protocolo de Bullrich y acusó al gobierno de decirle a los uniformado “vayan avancen y tiren a gente que no está preparada, que no está formada, o sea la irresponsabilidad es completa, es un protocolo que no tiene nada que ver en cómo están formados los policías”. En cuanto a la idea de la baja de imputabilidad, “le permite ganar al gobierno la agenda mediática de seguridad, pero es de un nivel de irresponsabilidad y de riesgo muy grande”, terminó.