Desde hace rato los directores e investigadores de institutos científicos alertan sobre la situación crítica que atraviesan tras las dificultades que impone el ajuste de Cambiemos.
El ajuste y los recortes del gobierno de Mauricio Macri siguen dando que hablar en los sectores más afectados por las políticas económicas de Cambiemos, entre ellos sobresale la crisis generada en el CONICET, donde los trabajadores ya perdieron un tercio de sus salarios.
La pérdida de poder real del salario y la beca del CONICET ya fue del 35,6% y 31,2%. Lo cierto es que desde hace rato los directores e investigadores de institutos alertan sobre la situación crítica que atraviesan y las dificultades que impone el Estado para hacer ciencia hoy en día.
De hecho, en la última semana del mes de diciembre trascendió que algunos científicos decidieron pagar los servicios básicos con dinero de su propio bolsillo ante la ausencia del Gobierno, mientras que otro grupo de especialistas advierten que el presupuesto con el que cuentan solo alcanzaría hasta marzo próximo. Sin embargo, pese al precario escenario, las respuestas que obtienen de las autoridades no son nada alentadoras.
Muchos son los centros de investigación que aseguran no haber recibido la partida que tenían asignada para su debido funcionamiento, por lo que ante los tarifazos, por ejemplo, no pueden afrontar los gastos corrientes como luz, internet, seguridad e higiene.
En marzo de 2018, los directores de institutos ya habían salido a reclamar porque muchos no habían recibido aún la primera cuota para gastos de funcionamiento de las instituciones que integran. Pero como si esto fuera poco, el ajuste del Gobierno también afectó el bolsillo de los trabajadores, puesto ante la pérdida de poder real del salario y el recorte que sufren las becas del CONICET, lo que hizo que cientos de investigadores recomendados para entrar a trabajar quedaran excluidos.
Ante este duro escenario que se viene viviendo desde los dos últimos años de la era Macri, hubo tomas del exministerio de Ciencia, numerosas movilizaciones, mesas de negociación, marchas en reclamo de reincorporación de compañeros despedidos.
Esta crisis presupuestaria del principal organismo de ciencia y tecnología de la Argentina ya había tenido antecedentes, cuando cientos de directores de institutos del CONICET le habían presentado al todavía ministro Lino Barañao un pedido urgente de ejecución del presupuesto para gastos de funcionamiento.