Medicina: los alumnos podrán suspender los exámenes si se sienten maltratados
La facultad implementó un protocolo que también les permite actuar de ese modo si los inquieren sobre contenidos no incluidos en el programa de la materia,
Carina Bazzoni
Por Carina Bazzoni
La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) implementó un protocolo que permite a los estudiantes suspender los exámenes finales si consideran que se les pregunta sobre contenidos no incluidos en el programa del área, si juzgan incorrectos conceptos debidamente respaldados por la bibliografía o si el profesor incurre en faltas de respeto o trato inadecuado.
El llamado protocolo de suspensión de exámenes comenzó a utilizarse en las evaluaciones finales del turno noviembre-diciembre de la carrera de Medicina, como una prueba piloto y de acuerdo a un pedido de los estudiantes, avalado por el Consejo Directivo de la facultad, en septiembre pasado.
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La medida modifica el reglamento de evaluación existente en la facultad y busca evitar «situaciones injustas que se presentan en los exámenes finales», según señala la resolución del Consejo. Concretamente, se habilita a los estudiantes a solicitar la suspensión del examen y el reemplazo del tribunal evaluador.
Todas las facultades tienen reglamentos de exámenes que fijan los criterios sobre cómo deben desarrollarse las evaluaciones y en la mayoría se incluyen instancias para la revisión de la evaluación si el estudiante considera que hubo errores.
Pero, al menos en las facultades del área salud, no existe la posibilidad de suspender la mesa. En todo caso, una vez terminado el examen el estudiante tiene derecho a pedir que se revise la calificación final. Las rutinas de algunas instituciones académicas también admiten que el estudiante pueda solicitar no volver a rendir con el mismo profesor que en otra oportunidad lo aplazó, pero se trata de un recurso excepcional.
Una medida polémica
Lo cierto es que el tema generó un debate áspero en el Consejo Directivo de la facultad, donde los consejeros estudiantiles de la agrupación Alde presentaron el proyecto para establecer el nuevo protocolo de exámenes finales y expusieron las situaciones de conflicto vividas durante los exámenes.
«Los alumnos relataron que habían experimentado situaciones de maltrato en los exámenes y que se les preguntan cosas que no corresponden al área, pero entre los profesores la medida no cayó bien, muchos se sintieron observados, sobre todo porque también los profesores suelen recibir agresiones verbales de los alumnos», resumió una docente de la facultad que participó de los debates.
El plan de estudios de la carrera de Ciencias Médicas se organiza en torno a distintas áreas donde se abarcan contenidos de anatomía, fisiología, histología o aspectos sociales del proceso salud-enfermedad. El primer año se divide en dos áreas: crecimiento y desarrollo y nutrición; en el segundo año se dictan las áreas de trabajo y tiempo libre; sexualidad, género y reproducción; y el ser humano y su medio; en tercero, injuria y defensa. En cuarto y quinto año se dictan las materias de clínica, obstetricia y cirugía, con sus respectivas prácticas.
Todas las áreas tienen exámenes finales orales frente a un tribunal de más de un profesor, tal como lo establece el reglamento. Generalmente, en cada área se desarrollan contenidos abundantes y diversos. «Son materias largas, con mucho contenido, pero generalmente los profesores llevan bien los exámenes», apuntan dos graduados recientes.
¿Qué dice el protocolo?
El 28 de septiembre pasado, el Consejo Directivo de Ciencias Médicas aprobó la resolución que habilita a la escuela de Medicina a implementar una prueba piloto para las mesas de noviembre y diciembre y de febrero marzo del proyecto de suspensión de exámenes.
La disposición señala además que una vez terminados ambos períodos de evaluación, se analizarán los resultados de la implementación del nuevo protocolo y se resolverá sobre la continuidad de la medida.
Entre otras cosas, el escrito advierte que en los exámenes finales se presentan «situaciones injustas» y que los estudiantes plantean que «sufren maltrato por parte de algunos docentes sin tener herramientas para enfrentar la situación, quedando expuestos a continuar en un contexto de hostilidad o retirarse y desaprobar».
Por eso, y en pos de proponer soluciones a esta problemática, el nuevo protocolo permite al estudiante solicitar la interrupción del examen por tres causas: evaluación de contenidos no incluidos en el programa del área, evaluación como incorrectos de conceptos debidamente respaldados por la bibliografía o falta de respeto o trato inadecuado para un examen.
El documento establece que, durante el transcurso del examen, si el estudiante considera que se encuentra en una de esas tres situaciones contempladas «deberá anunciar a las/os integrantes del tribunal su decisión de interrumpir el examen».
Acto seguido, quien pidió la suspensión de la mesa deberá completar un formulario donde se manifieste la causa de la interrupción de la evaluación. El escrito se entregará en la secretaría del área a la que corresponde la evaluación. En caso de examen virtual, la gestión es mediante el correo electrónico.
Los miembros del tribunal podrán consignar en la pre-acta de examen la palabra “interrumpe” en el lugar de la nota y los responsables del área, o la mesa que dispongan, deberán convocar al estudiante para repetir el examen.
«Una vez finalizado el examen se colocará en el acta la nota correspondiente», señala el protocolo y agrega que «las/os responsables de área garantizarán la publicación mediante transparente virtual del programa del área el presente protocolo y facilitarán a las mesas examinadoras copia papel (o digital) de cada una de las unidades problemas que corresponden a la evaluación del área que tendrán en su poder las/os integrantes del tribunal en el momento del examen».
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