La pérdida del control del gremio de camioneros en Santa Fe llevó al líder nacional, Hugo Moyano, a desarrollar estrategias como la creación de un gremio paralelo que ya no puede sostener y lo llevaría a generar acciones administrativas y jurídicas que lo dejarían en una mala posición.
El 2014 fue el año del cimbronazo en la estructura de la Federación Nacional Camionera. Luego de un desafortunado hecho de violencia ocurrido en abril de 2014, a pocos kilómetros de la ciudad de Rosario, fue la génesis para que algunos dirigentes vean con fuerza la imperiosa necesidad de la separación de los camioneros de la provincia de Santa Fe de la estructura familiar que lidera Hugo Moyano. Hablar por entonces, de la emancipación de los camioneros santafesinos, era hablar de una epopeya que pocos creían que podía llegar a buen puerto.
Hoy ya han pasado casi 9 años, y su conductor Sergio Aladio, sostiene con más fuerzas su proyecto independiente y federal. “Fueron 9 años de resistencia, soportando tres intentos de intervención porteña, avalados por el gobierno del entonces presidente Macri, quien sostuvo un modelo sindical concentrado y unitario, con un Ministerio de Trabajo absolutamente funcional a quien, por entonces, era su aliado sindical, el Sr. Hugo Moyano” expresa el líder santafesino.
Sobre fines del año 2019 y convencido de la imposibilidad de ocupar el sindicado de camioneros de Santa Fe, Moyano despliega una nueva estrategia, creando un sindicato paralelo al histórico Sindicato que conduce Sergio Aladio.
Hoy esa estructura paralela, creada como una aventura personal del líder nacional, habría generado un déficit operativo en el año 2022 de más de 400 millones de pesos, importe que enciende todas las luces de alarma. Si nos detuviéramos a sumar los fondos nacionales – que pertenecen a compañeros camioneros de otras jurisdicciones del país – que el líder Hugo Moyano habría direccionado indebidamente en su aventura personal y malgastado en tierras santafesinas para combatir a Aladio, arrojaría una suma monstruosa, difícil de explicar.
En este escenario, comenzaron a sonar voces disidentes en la federación nacional, sobre cómo sostener el financiamiento de esa “aventura personal de Hugo Moyano” y la provisión de fondos para sostener ese circo santafesino. Según información de la propia federación de camioneros, estamos en la puerta de un nuevo dislate jurídico total. El líder Hugo Moyano, se dispone a resolver “legislando para sí, en un congreso federativo” que los aportes de los camioneros santafesinos, le corresponden a él y que, por ende, se deben pagar en CABA. De esta manera busca desesperadamente cubrir los cientos de millones que ya malgastó y seguir financiando el gremio paralelo, que ya le habría generado pérdidas millonarias a la institución.