Los fiscales sostienen que el crimen en Beravebú tiene «los agravantes suficientes» para solicitar la pena máxima para el imputado Cristian Romero.
Que el crimen se cometiera en un contexto de violencia de género y al existir una relación entre la joven asesinada, Julieta Del Pino (oriunda de Berabevú) y el imputado Cristian Romero “son agravantes suficientes como para solicitar la pena de prisión perpetua”, señaló el fiscal Matías Merlo, quien junto a su colega Susana Pepino, no dudaron en torno a la causa.
Más allá de las pruebas que presenta la fiscalía, el dato más contundente es que el cuerpo sin vida de Julieta fue hallado en la casa de Cristian Romero, que esa noche se encontraba solo porque “los viernes los tiene para él, a pesar de estar casado con una mujer que cursa un embarazo”, dijo la mamá de Julieta, Fabiana Morón (ver aparte). Al parecer, su esposa era enviada por Cristian a lo de un familiar directo para estar “libre” los días viernes, según Fabiana.
La jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Silvina Marinucci, dio lugar al pedido formulado por los fiscales y estableció la prisión preventiva al imputado, a quien le atribuyeron la autoría del delito de homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido en un contexto de violencia de género (femicidio).
Autopsia
Julieta fue muerta por estrangulamiento mecánico. Presentaba fuertes golpes en el rostro y tenía laceraciones en los glúteos, lo que revelaría que el cuerpo fue arrastrado, como dijo el fiscal Merlo. Sin embargo no se pudo establecer que haya sido violada antes de su muerte. En un mes, aproximadamente, estarán los resultados del hisopado vaginal para determinar ese hecho y si la joven fue atacada sexualmente por más de una persona y luego asesinada.
Sí se descartó que fuera acuchillada, como surgieron en las primeras versiones periodísticas, o que haya recibido un botellazo en la cara y luego apuñalada con los restos de ese envase de vidrio. “Presentaba fuertes hematomas en la cara producto de los golpes de puños que le propinó el principal sospechoso”, dijo el fiscal en la conferencia de prensa brindada el lunes por la tarde en los Tribunales de Melincué, tras la audiencia.
Evidencias
“Marinucci dio los fundamentos de su decisión en la audiencia”, informaron los fiscales Pepino y Merlo, quienes valoraron que “la jueza destacó la calidad de las evidencias presentadas por la Fiscalía”. También hicieron hincapié en que “la magistrada tuvo por acreditados los hechos atribuidos y la calificación penal endilgada al imputado. Además, al momento de imponer la prisión preventiva, y en línea con lo planteado por la Fiscalía, la jueza tuvo en cuenta la pena en expectativa del delito imputado, la posibilidad de entorpecimiento probatorio y de peligro de fuga”.
Según precisaron los fiscales “el crimen se habría cometido entre los últimos instantes del viernes y los primeros minutos del sábado”. Agregaron que “alrededor de las 23.30 del viernes pasado el imputado se trasladaba por las calles de Berabevú en un vehículo e interceptó a la víctima (con quien había mantenido una relación de pareja) en inmediaciones de Simón de Iriondo y pasaje Padre Galeano”.
Pepino y Merlo precisaron que “Julieta Del Pino fue llevada a la casa del hombre, ubicada en calle Güemes al 300, y una vez que estuvieron en la vivienda, el imputado la golpeó y le causó múltiples hematomas en el rostro. Luego la estranguló con sus manos y le causó la muerte por asfixia”.
“Finalmente, la víctima fue arrastrada hasta el fondo de la vivienda. Además, el hombre investigado ocultó el cadáver en un pozo. Luego le arrojó cal y tierra y lo tapó con una loza de cemento y un tanque de agua”, informaron los fiscales.
“El último contacto de la víctima fue con su madre, por teléfono, minutos antes de ser interceptada por el imputado en la vía pública”, dijeron los fiscales, que agregaron: “En la Fiscalía fuimos informados el sábado a la mañana que la joven estaba desaparecida”.
La bicicleta en la que se movilizaba la joven hacia su casa, luego de salir de su trabajo en un kiosko, no fue hallada. Tampoco su celular. En ese teléfono está grabado el mensaje en el que le dice a su madre que le prepare la comida que en diez minutos llegaría del trabajo. Eso sucedió alrededor de las 23 horas. Claro que Julieta nunca llegó a su casa.