Fue tras el clásico rosarino que se jugó en el estadio Brigadier López.
La Policía de Santa Fe debió desactivar esta madrugada, con la utilización de balas de goma, distintos focos de festejo de los hinchas de Central tras la victoria de su equipo en el clásico ante Newell´s, por la Copa de la Liga Profesional, que dejaron al menos un centenar de demorados, por atacar a las fuerzas de seguridad.
El Ministerio de Seguridad de Santa Fe, a través del Gobierno, logró el viernes la modificación del horario del clásico de las 18:40 a las 21:00 para que la finalización del partido coincida con la restricción vehicular (a partir de las 20:00) y así evitar la mayor presencia de la policía en las calles.
Los conflictos se dieron principalmente en el barrio de Arroyito, donde está emplazado el estadio del «Canalla», y fueron para evitar aglomeraciones, debido a las restricciones que rigen en la ciudad santafesina, contra la pandemia de coronavirus. Además, por la tarde, hubo en la Costanera de la ciudad un banderazo con miles de hinchas del «Canalla», en el que no solo no se respetó la distancia social, sino que tampoco se vio el correcto uso del barbijo, y donde no hubo intervención policial.
Sí existió luego del categórico 3-0 del equipo dirigido por Cristian «Kily» González, cuando las fuerzas de seguridad recorrieron las calles del barrio de Arroyito y, según se vio en videos subidos por distintos usuarios a redes sociales, desactivaron los focos de festejos y aglomeraciones.
La Policía, incluso, utilizó balas de goma para dispersar a los fanáticos del «Canalla» de las calles, ante la prohibición de circular vigente. Fuentes policiales informaron que este lunes a las 00:45 de la madrugada, un centenar de simpatizantes de Rosario Central se agolparon en la intersección de la calles Avellaneda y Almafuerte. Ante la presencia de los efectivos para desactivar la aglomeración, comenzaron a arrojar elementos contundentes, lo que provocó su detención.