El caso conmocionó a Colombia y se extendió al resto del mundo. Una mujer se arrojó de un puente junto a su hijo de 10 años.
La mujer antes de arrojarse al vacío entregó algunos detalles de los motivos que la mantenían en ese lugar.
Según lo manifestado por Jessy Paola Moreno a la psicóloga y a los integrantes de la Policía, su depresión estuvo motivada por problemas de carácter personal. Llevaba varias semanas pasando serias dificultades económicas, agobiada por los cobradores ‘gota a gota’ y otros compromisos que la mantenían al borde de la desesperación.
De igual forma, se conoció de forma extra oficial, que la mujer al parecer señaló que estaba en el segundo mes de gestación, de tal forma que su estado al parecer la tenía más susceptible ante todos los inconvenientes por los que estaba atravesando.
Por su parte, el pequeño Nicolás parecía estar adormecido, pero por momentos se despertaba y empezaba a llorar. Según los testigos, en un par de oportunidades el menor le sugirió a su progenitora que tomara la mano de los policías pero la mujer en medio de su desesperación se negó.
Incluso, en algún momento la mujer solicitó la presencia de una de sus familiares quien se encontraba en el sitio, pero ni siquiera el diálogo con su ser querido le permitió cambiar de opinión.
Luego de consumar el suicidio junto a su pequeño hijo, la psicóloga, los policías y por supuesto sus familiares rompieron en llanto, producto de la impotencia de no haber podido hacer nada para salvarles la vida.